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Alma Gemela

Alma gemela
Alma Gemela (imagen tomada de la web)

Puedo desde aquí observar otros mundos, otros territorios donde poder dejar mi huella. Pero primero debo saber dónde está mi otra parte. Cuando era solo un punto luminoso en el principio de todo, me dividí. Alcancé la dualidad sin entender, sin darme cuenta. No fui uno, fui dos. Y mi otra parte se perdió en la nada sin dejar rastros. Quizás también dividiéndose y multiplicándose al igual que yo. Fuimos un Todo. Y ahora siento la imperiosa necesidad de encontrarla.

 

Es necesario completarme para darle sentido a la existencia. Cuando logre mi completitud, seguiré creando espacios y tiempos. La dualidad será un Todo. Dos almas semejantes, con el mismo sentir, con similares emociones. Quizás con el mismo propósito.

 

Esa otra parte mía, ya no me pertenece, pero lleva algo mío, en perfecta armonía con mi ser. Quizás, ese vacío que siempre necesito llenar, esa necesidad de encontrar algo, sea por la falta de esa otra parte. La nostalgia de unión, la necesidad de esa fuerza creadora que solo existió en ese instante en que estaba completo.

 

Sé que en algún punto del infinito universo se encuentra ese otro ser que me completa. Somos dos seres que fueron uno, y debemos lograr reunirnos. Vibrando en esa frecuencia que fue desde el inicio. Anhelando mutuamente esa presencia. Trascendiendo la materia y la distancia. Sin ego, sin individualidad. Consciente de llevar a cabo la misión que nos fue encomendada. Completando los sentidos y los pensamientos. Nuestras experiencias separadas serán las que nos preparen para el encuentro. Nos reconoceremos por el sonido de nuestro latir.

 

Intentaré localizarte. A veces de formas absurdas.
Adentrándome quizás, donde no pueda luego salir.

 

Te agradeceré cuando te encuentre.
Te agradeceré que seas mi otra parte.
Te amaré rallando la impertinencia, mientras la eternidad siga siendo mi tiempo.

 

Podré recuperar tu ser de la batalla ante el infinito.
A lo largo del tiempo, podré vencer tu ego y exponer tu alma, que también es la mía. Son juntas, la unidad de la existencia.

 

Podré sofocar tu angustia.
Me adentraré en tu razón hasta sorprenderte.
No permitiré que permanezcas a oscuras, sintiendo el vacío.
Estaré allí, donde estés. Sintiendo tu verdadera esencia.

 

Te ayudaré a no huir más, ya no más.
Seré tu tiempo de paz, el latir de tu existir.
Te entregaré lo que soy para hacerte partícipe de esta lección.
Te haré consciente de tu luz.
Serás tú, desde mí. Para que seas lo que eres y no otra cosa.

 

Y obtendrás la sabiduría sin límites, sin razones, porque lo que hay en ti, es amor.
Y entenderás al fin, que mi existencia fue solo para encontrarte y conocerte, sintiendo a la conciencia que soy en ti.

 

Podré abrazarte, desde la magnitud de servirte y cumplir nuestro propósito de Unidad.
Seremos en la eternidad, solo eso… amor.

 

_Ź⁴ 👁️

Juan J. Gálvez

Alma Gemela pertenece a la obra El Viaje de un Alma Azul

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Puedes Oírla?

Puedes Oírla ( imagen tomada de la web)

¿Puedes Oírla?

Un ruido que ensordece, o un sonido inaudible, puede a veces sorprender al alma. Un grito, un aullido, un verbo compartido entre razas, puede llegar a ser la llave maestra que abra las cerraduras ancestrales.

 

No importa si el sonido proviene de algún minúsculo sitio oculto o si llega arrasando desde el incierto mar oscuro donde hoy me hayo. Siempre habrá un sonido especulando por salir, como una llamada en el vacío, con vivencias sutiles y frágiles que se diluyen en suspiros y gemidos.

No escucharás el sonar incesante de esa música resquebrajada dentro de ti, a menos que indagues en las profundidades del alma, en aquellos instantes en que todo era sonido y silencio.

 

Místicas musas pronunciaban cantares adornados de amor y sentidos. Murmullos incandescentes que salían a la superficie silenciosa del cosmos, como ramilletes encendidos de calma y tumulto.

 

Ambigüedades y dualidades que no pueden ser interpretadas si no hay música. Música que no puede ser entonada si no hay voces que amalgamen las notas y entretejan el poema, agónico y desolado entre tanto silencio infinito.

 

Poema que habla de la mística dulzura de un sonido sin tiempo, sin razones para tener existencia. Monstruos que encantan a las almas con su dulce melodía, vagan por el éter sin dejarse ver, pero dando al aire sus voces claras, resonando en el sentir de los seres que los oyen.

 

Las melodías llegan al alma, se entrecruzan con los sentidos, erizado las memorias sonoras que aún existen. Dejan rastros audibles y resonantes en las gargantas que se apresuran a gritar, como cantos de colores, como notas extasiadas.

 

Las melodías aceleran los ritmos, circulan como fuego en las arterias de las vibraciones, modulan sus voces para ser reconocidas. Oyes el sonido de los tambores cósmicos, haciendo el llamado que el espíritu proclama!

 

¿Oyes la música?
¿Puedes oírla?
Son las almas cantado y contando sus historias. Son las voces del sonido que en el principio fue silencio y hoy comunica su clamor al universo. Es la melodía de las historias vivas que antes fueron mudas y hoy hablan el idioma del amor, de la compasión, del resurgir.
Oye la música, baila con ella, y entona su melodía, siendo arte y sentimiento encadenado a las conquistas ancestrales que resuenan nuevamente en tus latidos.
Oye la música y entona la melodía.

 

Ź⁴ 👁️

Juan J. Gálvez

Fragmento perteneciente a la obra EL VIAJE DE UN ALMA AZUL

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Amor de un Ángel

 

Amor de un Ángel (imagen tomada de la web)

AMOR DE UN ÁNGEL

Aún me oigo, hablándote de amor, hace millones de años.
Aún me escucho, leyéndote, explicándote los orígenes de Todo.
Aún puedo oír tus palabras. Es como desenredar una gran madeja donde los hilos son etapas, momentos, apretados, mezclados, uno sobre otro, un instante tapando a otro instante, mientras se enredan en el recordar.

 

Sosteniendo esa vida, en este espacio de tiempo, como un juego, experimentándolo así, de tal forma que en ese juego se transite la vida misma. Aprendiendo, en forma constante, recordando lo que ya sabías, lo que estaba en tu alma esperando ser descubierto.

 

En esos momentos te sostengo, interconecto tus conocimientos para que vuelvas a entender.
Existió ese momento en que la Conciencia Única decidió dividir a los seres, separarlos en etnias distintas, situándolos en momentos y tiempos distintos y lejanos. Y allí nos separamos.

 

Busqué ese punto al cual llegar para comprender, con la urgencia de hablar con los que ya no estaban, de volver a escuchar sus voces. Me sentí responsable de cuidar esa porción de luz que se manifestaba en la realidad a través de la geometría, tan sencilla y profunda de la creación de las almas.

 

Traté de entender que lo que existe no existe, es la percepción de una mente unificada que, en sus diferentes matices, nos muestra la labor en la cual enfocarnos, pues eso es lo que creamos a través de nuestras creencias.

 

No necesito el pensamiento, ya que el pensar es medir y, lo que se mide, se fragmenta, creando un conflicto en relación con el concepto de la mente.

 

Cuando pensaba creía que el aprendizaje me llevaba invariablemente a una manera de entender lo que claramente no se podía explicar. Pero ahora y aquí, comprendo que solo se recuerda lo aprendido hace millones de milenio atrás.

 

Gracias por ser el ser que eres y el ser que me permites ser.

 

_Ź⁴ 👁️
carta de amor de un ser de luz hacia un Alma perdida en el planeta tierra ☝️😭 (parte 2)

Juan J. Gálvez

Perteneciente a la obra El Viaje de un Alma Azul

Juan J. Gálvez

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Te Enviaré Todo

 

Te Enviaré Todo (imagen tomada de la web)

 

Te lo Enviaré Todo

Dime qué necesitas para ser feliz y te lo enviaré.

 

Te lo enviaré a través de esta distancia que nos separa, y a través del espacio que nos une.
Te enviaré el gran sol para que decretes tu propio amanecer y te bañes en luz cuando te plazca.

 

Pero también te enviaré una luna, porque en tus oscuras noches no estará el sol y necesitarás su luz plateada discurriendo por los rincones de tus sombras.

 

Te enviaré un sendero, para que recorras las estaciones de tu existencia, buscando la morada para que descanse el alma y se alimente el espíritu.

 

Pero también te enviaré un mapa, para cuando ya no veas el camino, porque las sombras de tu mente lo escondieron de tus ojos, y puedas perder el rumbo y, así, nunca encontrarte.

 

Te enviaré un fuego que arda en tu invierno, que derrita el hielo de aquel corazón que se ha marchitado por la pena de solo existir.

 

Pero también te enviaré un gélido viento, que apacigüe tus pasiones, que congele tus sinsabores, y cubra de escarcha tu historia triste.

 

Te enviaré la magia que existe en los sonidos, hasta que puedas oír tu música, hasta que puedas pronunciar, con tu propia voz, el canto de tus antepasados y, que puedas, al ritmo de esas notas, hacer tu danza sagrada, la danza de tu espíritu.

 

Pero también te enviaré silencio, para que te oigas, para que te escuches, para que logres comunicarte con tu propio sonido, con la voz de tu alma, que canta melodías llenas de amor, para sanar tus heridas y tus dolores.

 

Te enviaré todos los colores del fractal cósmico, con todas sus tonalidades, para que despierten tu cromática original, y puedas manifestarte con tu verdadera forma.

 

Pero también te enviaré un punto oscuro, sin colores, sin luz, para que puedas crear desde allí, la armonía que se opone al caos, y puedas construir en la total destrucción, y puedas modificar los inmodificable.

 

Te enviaré un río, que te ofrezca su cauce y sus turbulencias, para arrastrar las memorias lejanas hasta las orillas de tu presente, y puedas recordar quién eres y de dónde vienes.

 

Pero también te enviaré un puente. Un puente que una la tierra con el cielo, y puedas cruzarlo cuantas veces quieras para abrazar a las almas y a los seres que han quedado al otro lado de todo y, así, no te sientas en soledad.

 

Te enviaré lo que me pidas.

Te enviaré trozos del universo.

Te enviaré la conciencia del cosmos para que te asista y te sostenga.

Te enviaré a todos tus ancestros y a todos tus hermanos.

Te enviaré lo poco y lo mucho que puedo darte.
Solo debes estar ahí para recibirlo.

_Ź⁴👁️

Es una carta de amor de un ser de luz a un Alma perdida en el planeta tierra ☝️😭.

Esta poesía pertenece a la segunda parte del libro ” El viaje de un Alma Azul” titulada “La Ecuación no Pensada

FILOSOFÍA EXISTENCIAL

 

 

 

Juan J. Gálvez